Descubre el saber hacer local del Médoc
Nuestra región es también una tierra de sabores, tradiciones, patrimonio y cultura medocina. Durante su estancia en el camping cerca de Soulac-sur-Mer, salga al encuentro de los artesanos y productores locales para disfrutar de una inmersión gastronómica. Vinos prestigiosos, marisco, dulces y un saber hacer ancestral: todo está aquí para descubrir los vinos del Médoc y disfrutar de unas vacaciones epicúreas al aire libre. Prepárate para una experiencia culinaria y cultural única.
¡Guinguettes y productores te esperan!
Después de un día con los pies en la arena en las playas cercanas al camping en el Médoc, déjate tentar por la También podrás aprovechar las numerosas tabernas del estuario, los mercados de Soulac-sur-Mer y Montalivet y la venta directa de productos locales. No te pierdas los famosos Noisettines du Médoc: en un principio, Édith y Michel, entonces costurera y cocinero, decidieron instalarse en este almacén de vino en ruinas de 200 años de antigüedad con sus escasos medios para construir su vida familiar. Fue entonces cuando Michel decidió reinventar para Edith una antigua receta que databa de 1649, y tras muchos ensayos utilizando avellanas, una fruta que siempre le ha gustado, creó la Noisettine.
En Saint-Vivien-de-Médoc, hay una granja insólita que debería llamarte la atención… Resulta que allí se cultiva una microalga extremadamente rica en minerales y vitaminas. ¿Y cuál es?
Prueba la miel local, las ostras criadas en el estuario o las gambas del Medoc. Cada bocado cuenta una historia. ¿Te apetece probar la artesanía local? Visita la Tonnellerie Nadalié en Ludon-Médoc o a los creadores de felpudos hechos con cuerdas recicladas en Montalivet.
Terroir
Grands-crus en la ruta del vino de Médoc
Recorre la famosa ruta del vino del Médoc, también conocida como Ruta de los Castillos, para descubrir las famosas fincas situadas entre Margaux y Le Verdon-sur-Mer. Esta emblemática ruta se extiende a lo largo de más de 80 km entre Burdeos y la Punta de Grave, en Gironda. Ofrece a los amantes del vino la oportunidad de descubrir algunas de las fincas más prestigiosas del mundo, como los famosos châteaux de Pauillac, Saint-Julien y Saint-Estèphe. Es una buena idea recorrer la ruta de norte a sur, sobre todo en verano, para hacer visitas más privadas a las bodegas. Por el camino, disfrutarás de paisajes variados, desde viñedos y bosques hasta las orillas del estuario de la Gironda. Todo ello mientras descubres lahistoria y la maestría de los grandes vinos del Médoc.
Catas, visitas a bodegas, paseos por viñedos… Es una visita obligada para los amantes de los buenos vinos.
Visitas familiares para conocer a los artesanos
Además de las degustaciones, varios sitios ofrecen visitas educativas para jóvenes y mayores. Aprende a reconocer los aromas de un vino, descubre cómo se fabrica una barrica o participa en un taller culinario. Esta forma de turismo en la ruta del vino del Médoc atrae tanto a epicúreos como a familias curiosas. Si prefieres compartir risas y diversión con tu familia, hay muchas actividades deportivas disponibles cerca de Soulac-sur-Mer.
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